Todos los caminos y escuelas conducen a ti
La bitácora de hoy nos lleva del desierto a él. Mis pasos van al encuentro de una escuela de primaria y de la profe chevere que me han dicho que enseña aqui en Nuevo Parachique .
Del centro de Sechura a Nuevo Parachique hay unos 20 minutos.He subido en el taxi colectivo para 4 pasajeros , sin embargo esta vez van 5 , me dice el chofer que más allacito se bajará un pasajero y estará más cómodo para hacer los cambios en la palanca y claro manejar mejor.Parece que nadie se ha quejado de ello,como siempre he sido la única que ha comenzado con las interminables preguntas del por qué y me han contestado con un "nada pasa srta, son solo 20 minutos de camino" Paciencia y suerte.
Por fin se ha llenado el carro y emprendemos el camino a Parachique. Nos dicen chau,muchos barcos encallados en la arena blanca del lado de la carretera. Sus mástiles estan como señalándonos al pasar esperando que pronto sean pintados y remolcados hacia el mar que hoy buscó en Parachique.
Ha comenzado el preludio, el viento me trae las ganas de estar cerca de él , ya que mis sentidos han comenzado a experimentar aquello que me une a él desde pequeña.Su olor, su sabor , ese rastro de sal que deja en mi algo que no puedo explicar con facilidad.
De lado de la carretera la arena blanca comienza a ser la dueña y señora de toda Parachique. Las casas,las construcciones de las compañías y otros estan resignadas y a sus pies y nosotros los del viaje ,empezamos a dormitar un poquito.
Este viaje,a pesar de lo corto que es, me trae recuerdos de los caminos que recorrí hacia a él.Cielo, carreteras, desiertos, montañas,tablazos,subida en aviones,trenes,buses,combis,un volkswagen en la década de los 80 y en estos tiempos un acogedor Twingo verde.
Su olor se hace cada vez más agudo en mi y por fin puedo verlo desde la ventana de mis ansias.Sereno y esperando por mi.
He comenzado a buscar la escuela de hoy y apuro el paso para ir a ver a la profe. La escuela tiene un gran cerco perimétrico tipo muralla que es más extensa que las 04 aulas que defiende a manera de fortín.Mis pasos se hunden en la arena blanca y me acompañan unas carocolas regadas camino a las aulas. La bandera del Perú flamea por ser lunes.
Ya en el aula ,las caritas de 30 niños y niñas me saludan y la profe chevere también.Saludo y conversamos, parece que no era tan chevere como pensaba, ha dado un grito para que todos me presten atención.Mala señal.Esperaré el recreo para conversar y hacer unas preguntas acerca de su trabajo.Mientras tanto escucho y observo su clase, mientras las sonrisas se quedan a pesar del grito.
Después del trabajo terminado puedo caminar a encontrarme con él.Mirarlo,contemplarlo, escucharlo, llenarme de él. Que envidia sana tengo de los niños y niñas que estudian cerca, imagino cada día,como la brisa llega hasta el aula e inunda todo el ambiente de su sal , esa que se siente tan bien desde Colán, San Pedro,Punta Veleros, Séte,Puerto López,Paita,San Andrés,Tambo de Mora y Lago de Tau
Toda la sal inundan el alma y la mueve , la sana y le alivia el peso de la mochila que llevamos.Como las ligeras mochilas de los niños y niñas de Nuevo Parachique que hoy quisiera llevar a casa.
La bitácora de hoy nos lleva del desierto a él. Mis pasos van al encuentro de una escuela de primaria y de la profe chevere que me han dicho que enseña aqui en Nuevo Parachique .
Del centro de Sechura a Nuevo Parachique hay unos 20 minutos.He subido en el taxi colectivo para 4 pasajeros , sin embargo esta vez van 5 , me dice el chofer que más allacito se bajará un pasajero y estará más cómodo para hacer los cambios en la palanca y claro manejar mejor.Parece que nadie se ha quejado de ello,como siempre he sido la única que ha comenzado con las interminables preguntas del por qué y me han contestado con un "nada pasa srta, son solo 20 minutos de camino" Paciencia y suerte.
Por fin se ha llenado el carro y emprendemos el camino a Parachique. Nos dicen chau,muchos barcos encallados en la arena blanca del lado de la carretera. Sus mástiles estan como señalándonos al pasar esperando que pronto sean pintados y remolcados hacia el mar que hoy buscó en Parachique.
Ha comenzado el preludio, el viento me trae las ganas de estar cerca de él , ya que mis sentidos han comenzado a experimentar aquello que me une a él desde pequeña.Su olor, su sabor , ese rastro de sal que deja en mi algo que no puedo explicar con facilidad.
De lado de la carretera la arena blanca comienza a ser la dueña y señora de toda Parachique. Las casas,las construcciones de las compañías y otros estan resignadas y a sus pies y nosotros los del viaje ,empezamos a dormitar un poquito.
Este viaje,a pesar de lo corto que es, me trae recuerdos de los caminos que recorrí hacia a él.Cielo, carreteras, desiertos, montañas,tablazos,subida en aviones,trenes,buses,combis,un volkswagen en la década de los 80 y en estos tiempos un acogedor Twingo verde.
Su olor se hace cada vez más agudo en mi y por fin puedo verlo desde la ventana de mis ansias.Sereno y esperando por mi.
He comenzado a buscar la escuela de hoy y apuro el paso para ir a ver a la profe. La escuela tiene un gran cerco perimétrico tipo muralla que es más extensa que las 04 aulas que defiende a manera de fortín.Mis pasos se hunden en la arena blanca y me acompañan unas carocolas regadas camino a las aulas. La bandera del Perú flamea por ser lunes.
Ya en el aula ,las caritas de 30 niños y niñas me saludan y la profe chevere también.Saludo y conversamos, parece que no era tan chevere como pensaba, ha dado un grito para que todos me presten atención.Mala señal.Esperaré el recreo para conversar y hacer unas preguntas acerca de su trabajo.Mientras tanto escucho y observo su clase, mientras las sonrisas se quedan a pesar del grito.
Después del trabajo terminado puedo caminar a encontrarme con él.Mirarlo,contemplarlo, escucharlo, llenarme de él. Que envidia sana tengo de los niños y niñas que estudian cerca, imagino cada día,como la brisa llega hasta el aula e inunda todo el ambiente de su sal , esa que se siente tan bien desde Colán, San Pedro,Punta Veleros, Séte,Puerto López,Paita,San Andrés,Tambo de Mora y Lago de Tau
Toda la sal inundan el alma y la mueve , la sana y le alivia el peso de la mochila que llevamos.Como las ligeras mochilas de los niños y niñas de Nuevo Parachique que hoy quisiera llevar a casa.
Comentarios
Publicar un comentario