Los caminos en los tiempos del dengue
He salido de Piura con destino a La Unión , la combi blanca me mantiene en alerta con su regetton de la mañana mientras surcamos de manera temeraria la carretera al Bajo Piura. Aquí el adelantar a los otros es pan de cada día: Una combi adelanta a un camión, una combi adelanta a una mototaxi, una combi adelanta a un bus. Y la combi sigue adelantándose a todooo lo que vea en la carretera.
Como todas las mañanas me encomiendo a San Miguel.Miro a mi alrededor: profes, agricultores,amas de casa con la bolsa del mercado, estudiantes, pacientes del hospital de Simbilá y otros.Mejor encomiendo a la combi entera. Con la hora de viaje, entre paradas en plena carretera para subir más pasajeros y más acciones temerarias de adelantar a todos,es mejor encomendarse.
Llegamos al cementerio de Catacaos, paradero autorizado para llenar la combi. Semáforo y comisaría miran sin asombro como la combi deja pasar la luz verde: una ,dos hasta tres veces.Mas no hace falta el pasajero que hace temblar la combi más que el regetton para decir: "avanza pues compadre"
Y seguimos por el camino al Bajo Piura, pasando el puente Independencia, comienza la verde mancha del rey de los cultivos : el arroz. Arroz pasando el puente Mocho,arroz y más arroz a la entrada de La Arena, arroz y más arroz camino a Dos Altos ( además de aquellos médanos imponentes) Y asi como esta el camino del arroz también entramos al camino doliente de nuestro endémico dengue.
Ya me he bajado de la combi y La Unión me recibe en la mañana soleada de mayo. Apuro el paso para subir en la mototaxi que me llevará a Bellavista,esperaré a que la mototaxi se llene con los 2 pasajeros que faltan ( aquí es así, sin compañia no vale) Espero poco porque es temprano y todos quieren llegar ya. Así que seguimos el interminable camino del arroz y bordeamos La Unión para pasar en un cerrar de ojos al distrito de Bellavista, provincia de Sechura.
¿Cuántos veces me han picado los zancudo? 1,2, 3 ...diez ? He perdido la cuenta, solo siento los híncones en mis brazos,espalda y piernas. Me vuelto a pegar a mi misma y sigo tratando de descubrir al que se ha llevado parte de mi ADN en su aguijón o me ha dejado parte de si.
A los niños y niñas de la única aula de primaria del caserío de Miraflores de Bellavista, que hoy estoy visitando,tambien les pasa lo mismo (cuando salen del aula), no saben quien les ha picado, solo atinan a tirar manotazos en el aire para vengarse de algo.
La profe de Miraflores, ha encontrado la manera más práctica de vengarse de los zancudos: 2 potentes ventiladores y un gallito en 2 esquinas del aula. Si , un gallito , esas ondas verdes que fuman humo blanco, el cual es tóxico para los zancudos de Miraflores y los alejan del aula y de las tareas escolares.Mientras hablo con ella , el humo blanco de la paz sube a nuestra conversación sobre escuelas unidocentes y multigrados y sigue subiendo hasta que terminamos la conversación.
Mayo 20 y seguimos con los zancudos.Todas los días regreso a Piura picoteada y rendida, más sin dengue.Cuantas personas regresan a casa a descansar y encuentran el dengue en un rincón de su casa, silencioso y traicionero.
A encomendarse mejor, con el dengue no se juega.
A los niños y niñas de la única aula de primaria del caserío de Miraflores de Bellavista, que hoy estoy visitando,tambien les pasa lo mismo (cuando salen del aula), no saben quien les ha picado, solo atinan a tirar manotazos en el aire para vengarse de algo.
La profe de Miraflores, ha encontrado la manera más práctica de vengarse de los zancudos: 2 potentes ventiladores y un gallito en 2 esquinas del aula. Si , un gallito , esas ondas verdes que fuman humo blanco, el cual es tóxico para los zancudos de Miraflores y los alejan del aula y de las tareas escolares.Mientras hablo con ella , el humo blanco de la paz sube a nuestra conversación sobre escuelas unidocentes y multigrados y sigue subiendo hasta que terminamos la conversación.
Mayo 20 y seguimos con los zancudos.Todas los días regreso a Piura picoteada y rendida, más sin dengue.Cuantas personas regresan a casa a descansar y encuentran el dengue en un rincón de su casa, silencioso y traicionero.
A encomendarse mejor, con el dengue no se juega.
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