El lamparín

Caminos de hoy y ayer

2008. La profesora me recibió con cara de pocos amigos .Es la segunda visita  en esta semana., una en su casa y otra hoy, en su cole. Me miró y con voz pausada me dijo contundentemente que no participaría del Pronacaf. No estaba de acuerdo con la nueva ley y además que podría aprender de una jovencita como yo.

La brisa de Los Órganos me cayó  suavemente en las mejillas, recordándome algo. No puedo obligar a la profe para que sea monitoreada. Le agradecí y me fui caminado hacia el malecón. Eran las 8am y no sabía qué hacer en esta linda playa.

La comprendí, la nueva ley estaba recién en vigencia y el programa, a nivel nacional eran pocos los que participaban y ella no quería hacerlo porque además se ganaría un problema con algunos compañeros del Sutep que trabajan con ella.

Pase el día conociendo Los Órganos, Punta Veleros y de paso comiendo el rico ceviche de conchas negras de la plaza. Al subir en el Eppo de las 3, vi a la profe con unos de sus compañeros de trabajo. Me hizo señas con la mano para sentarme a su lado. Le conté de mi día en Los Órganos, me contó además de sus 2 hijos, su madre a la que cuidaba, su nuevo estado: divorciada, el gasto de pasajes que tenía que hacer todos los días porque ella vivía en El Alto. Las deudas adquiridas y las que vendrán. Ahora comprendía más las cosas.

Perdí una monitoreada (eso significaba menos ingresos para mi)  sin embargo gane una amiga en Los Organos. Nos volvimos a ver durante todo el año, conversábamos y le contaba como seguía el programa.

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2004. Me levante tempranito para ampayar al profe antes que se vaya a su escuela, esta quedaba a 3 horas de camino de Chalaco. Mis fuentes (el vecino) me había dicho que salía a las 5:30 am todos los días, así que lo espere afuera de su casa. Se sorprendió a verme.

-Profesora, ya le he dicho que no me inscribiré en el diplomado-me dijo, mientras de su boca salía el humo blanco producto del frio-No tengo tiempo, regreso demasiado cansado todos los días.

-Si lo sé, sin embargo me gustaría acompañarlo a su escuela para saber cómo es Sánchez Cerro y quizás lo pueda ayudar en la clase de hoy-le dije.

Su cabeza comenzó a negar varias veces. Yo sabía que no era necesario ir visitar su escuela porque el primer ciclo del diplomado eran casi clases magistrales en la oficina del programa o en su casa.

El profe me dijo que no había carro ni mula ni nada, todo derechito hasta allá .Sin pensar acepte la ruta sin chistar y comenzamos a caminar. Fui tranquila toda la bajada de Chalaco, la bajada y subida Carpinteros y cuando comenzamos a subir, subir, subir, el profe tuvo que esperarme varias veces porque me faltaba la respiración. Llegamos a Sanchez Cerro a las 9:30 am y pude ver allá arriba el Bosque de Mijal, el bosque de neblina

Me fue bien en Sanchez Cerro, después de recuperarme del camino y de todo, apoye al profe en clase, compartimos con los niños, cocinamos el pronaa, comimos del pronaa, ese atún lleno de espinitas que se deshacían al contacto con la saliva. Converse con algunas madres y en el camino de regreso unos señores me invitaron huarapo.

Regresamos a Chalaco a las 5pm. Llena de ampollas, dolor de piernas, dolores abdominales y con una sonrisa de satisfacción. Wilfredo era mi nuevo monitoreado, vendría todos los jueves a las 6pm a la oficina del Programa y yo iría una vez al mes para hacer una clase modelo.

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1988. Las escaleras anchas y rojas terminaban en una ancha vista a un jardín lleno de cucardas y a la amplia capilla del colegio. Las faltas plomas que nos llegaban a la rodilla no impidieron la genuflexión. Allí estaba la Virgen de Lourdes, con su linda vestido blanco en plena gruta de Massabielle,  patrona de mi cole. Le sonreí pensado que veníamos darle gracias. Me equivoque. Hoy rezaremos por unas niñas, de nuestra edad que no pueden ir a su colegio porque sus profesores están en huelga. Eso dijo la profesora y una monjita con cara de buena nos invitó a rezar.

Yo rece para que mi cole también se vaya de huelga. La profesora no explico mucho sobre ello, solo con saber que no iban al colegio, me alegraba. Tendrían tiempo de jugar y  pasear en bicicleta.

En casa, tuve que preguntarle sobre la huelga a mi tía Queca, la matriarca, ella como siempre con su voz de mando y su manera de hablar con las manos- me dijo:

-La huelga es la forma de reclamar por algo justo. Los alumnos de los nacionales no tienen clases porque sus profesores no les pagan bien. ¡Bien hecho que se vayan de huelga!

Pues la Queca tuvo razón, no les querían pagar bien y creo que no les pagaron, por eso tuvimos que rezar varios rosarios por muchos meses. Por ellas, las niñas.

A los profes nunca los nombraron en mis oraciones.

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2006  Nos dejó el carro que iba a Piura, ya no pasaba ninguno después de las 5. ¡Caracho! ¿Y ahora en que nos regresamos?  Estábamos en Paimas y era viernes, todos los profes había ya salido a sus casas por el fin de semana. Sería unos 10 soles hasta Sullana y 15 hasta Piura.

El llenador de los taxis colectivos nos recomendó algo, ir al Gineo  y desde allí en el pase de Sunat, esperar cualquier carro que pase hacia Las Lomas, Sullana y con suerte a Piura. ¡A la de Dios! Nos fuimos. El carro nos dejó allí en pleno cruce. Corrimos casi a ver a los policías del módulo de control y les contamos nuestra situación. ¡Qué confiadas, de verdad! Con una buena conversa y de vez en cuando diciendo que nuestros hijos nos esperaban en casa (que nos quedaba, ser casadas y con una prole numerosa) los policías se apiadaron de nosotras y al primer Transporte Loja que paso, nos embarcaron.

Por andar recomendándonos al chofer, a los policías, hasta se les olvido hacer su trabajo: revisar a los indocumentos que entraban a Perú y claro revisar si pasaba contrabando. La memoria es muy frágil por estos parajes.

Los Lojas, nos cobraron 5 soles. Era un bus cama de 140°, cena ( un vaso de gaseosa y una galleta) y película mexicana. ¡5 soles desde El Gineo hasta Piura! Si los profes supieran eso, creo que haría el mismo itinerario que nosotras. ¡5 soles a Piura!

Al regresar al siguiente mes a Paimas, le contamos al coordinador de red nuestra gran hazaña. Él se rió y nos dijo que solo pasa una vez ese cobro de 5 soles. Nos advirtió que era probable que los policías preguntaran por nosotras y para la próxima “nos cobrarían más”

Se nos quitaron las ganas de hacernos tarde los viernes. Imaginaba solo a las profes jóvenes como nosotros teniendo que conversar alegremente para ahorrarse el pasaje de la semana.

Claro el sueldo no alcanzaba para cruzar tantos caminos.

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2013. El aula estaba toda linda, con alfombra verde, con almohadas en forma de corazón, un estante de libros a los costados, nada de mesas ni sillas. Parecía un verde campo, donde varios niños estaban ya disfrutando, acostados, apoyados en las almohadas y leyendo los libros, sembrado. Los zapatos y zapatillas de colegio, están en una esquina. Allí estarán durante unas horas, porque para sembrar se necesita estar sin zapatos-como dijo el profe Ismael.

Y todos siguen sembrando en Campo Alegre –Chincha Baja, una población con campos llenos de espárragos y, además de su tradicción de brujas blancas y negras o pavas blancas y negras. El campo se une con el mar en un momento y sientes como la brisa viene a tu encuentro. Los niños son felices yendo a su encuentro en sus  bicis. Y yo muero de nostalgia por estar regresar allí.

Volviendo al proyecto de innovación en espacios de la lectura, recuerdo que  se ha invertido mucho tiempo, los profes en especial.Las capacitaciones, las visitas de asistencia técnica, las reuniones sobre el tema de presupuesto de su proyecto, enes reuniones para el tema de rendición de cuentas, más visitas, reuniones, talleres. Ismael ha sacado fuerzas para seguir adelante a pesar de las horas que pasa organizando todo. Lo he visto cansando en los últimos días y uno los días del monitoreo, el director me ha contado que se ha desvanecido. No quiere preocupar a nadie. Es producto de dormir poco para sacar el proyecto adelante.

¿Cómo se cotiza el trabajo de un  profesor innovador? ¿Se le ha subido el sueldo por ello? Se le ha dado un reconocimiento. Los profes de Campo Alegre no dijeron nada. La sonrisa de Ismael al contar sobre los avances de sus niños lo dice todo.