El lamparín

La generación del Desierto

Y el sol no deja de quemar.Observo  inumerables casitas de adobe,una escuela con una monumental cerco perimétrico (más grande que las 4 a 5 aulas que tiene ), más casas lejanas de ladrillo, las mesitas de botellas de miel y polen inanimadas al ras de la negra serpentina de asfalto: Carretera Piura-Chiclayo.

"Mala Vida", nos despide un letrero verde incandescente como aunciando que la vida no debe ser tan buena por estos lares.Esta la laguna La Niña, mirándonos al pasar, unos casas más y ahora solo los molinos gigante de metal nos acompañan y nos dicen que ya estamos a pasitos del desierto.

Belisario, palabra que esta escrita en una aviso publicitario, escrito con pintura roja y casi no se distingue. El único motofurgón que encontramos nos anuncia que esa es puerta de entrada y nosotros queremos pasar por ella.

Las puertas del desierto son como un pequeño cementerio, asi como algunos cementerios de las costas, que  estan antes de la zona urbana y rural, más este en particular, es de algarrobos o de los que fueron alguna vez, ramas, enredaderas de algarrobos que se resisten a morir, troncos pequeños....cocinas de carbón.

25 minutos más allá, está nuestro destino, el de hoy. Institución educativa 15360-Belisario-Sechura.Casitas de adobe dispersas,con tubitos de metal en sus techos: cocinas mejoradas; paneles solares y 2 a 3 tanques gigantes de reserva de agua. Una línea de habitantes nos espera a lo lejos en la escuela que está casi en una pequeña cima. Desde aquí puedo ver a los globos amarillos y las sillas alrededor de la escuela.

Nos reciben niños ,niñas, docente-director,madres, padres, comunidad. Es el inicio del año escolar y junto con algunos aliados hemos venido a darle la bienvenida al Buen Inicio , es decir a acoger a los agentes de la educación de Belisario .

11 niños y niñas  de primaria, 14 de inicial , con unas sonrisas tímidas  y a veces mirada de interrogación al ver a otras personas que no gozamos del desierto como ellos. Caminan , van en moto,mototaxi y otras veces a pie para llegar a su escuela  y estudiar.Con este calor y sin agua "no podemos caminar bajo el sol" Ellos si caminan entre unos 5, 10 a 20 minutos a sus casas, pasando con la sensación térmica de 43° aproximadamente.

Ellos,los niños y niñas del desierto , son parte del porcentaje de fronteras vivas que no le temen al sol,calor y al agua que no hay .Los que viven, según sus antepasados , cuidando el desierto.

¿Cómo se va a cuidar un desierto? Pues viviendo en el , cuidando las fronteras entre comunidades de Sechura y de Olmos. Es decir Piura y Chiclayo.

Es la generación del desierto, lee, suma,juega,,baila, ríe todos los días.

Cuando la tarde se hace noche, los paneles solares comienzan a funcionar con sus únicos focos familiares y allí aunque ustedes no  lo crean siguen iluminando los sueños del desierto.